En pleno corazón de Europa, Praga, con 1.3 millones de habitantes, es sin duda una de las capitales europeas más bonitas e interesantes. No te pierdas este itinerario de qué ver en Praga en 3 días para aprovechar al máximo tu visita a la capital de la República Checa.
La ciudad de la cerveza, de los puentes y las torres, de preciosos edificios y pequeñas calles encantadoras, la ciudad que sobrevivió a la ocupación nazi y a más de 40 años de comunismo, la ciudad que vio triunfar a Mozart y en donde Kafka escribió su Metamorfosis, la ciudad de los paseos a lo largo del río en los calurosos días de verano y los especiados vinos calientes en los mercados de navidad en los fríos días de invierno… Praga es una ciudad de contrastes, llena de belleza, cultura e historia.
Índice
Introducción

Edificios de Praga
3 días en Praga son suficientes para ver todas las cosas turísticas que, siendo objetivos, no deberías perderte, pero también para escaparte un poco del bullicio del centro y mezclarte en el día a día de los locales. En este artículo intentaremos mezclar ambos planes para crear el perfecto itinerario para tu visita.
No pretendo aquí ofrecer información histórica o cultural demasiado exhaustiva, si no compartir una guía de Praga hecha desde Praga. Una guía para quien quiere visitarla pero, sobre todo, disfrutarla y vivirla como si fuese su propia ciudad, aunque sea durante un tiempo limitado. La dividiremos en 3 artículos diferentes, por zonas, para adentrarnos más en profundidad en cada una de ellas.
Día 1 – La Ciudad Vieja
En tu primer día completo en Praga mi recomendación es empezar haciendo uno de los populares Free Tours de la ciudad. ¿Por qué? Porque cubre lo esencial del centro y es una buena primera toma de contacto con la ciudad y todo lo que tiene que ofrecer. Tras unas cuantas horas caminando habrás visto la mayor parte de las atracciones turísticas del centro y habrás aprendido lo esencial de la cultura y la historia checas. Probablemente también hayas tenido el placer de degustar tu primera cerveza checa, ¿no es un mal comienzo verdad?
Pero si los tours no son lo tuyo y prefieres hacerlo todo por tu cuenta, aquí también te explicamos lo esencial del centro histórico de Praga, la llamada Ciudad Vieja. Recomiendo pasar la mayor parte de este primer día visitando sus principales atracciones turísticas, para sumergirnos en zonas más alternativas y menos turísticas en los próximos días.
Staroměstské Náměstí

Vista de la plaza desde la torre del reloj
Staroměstské Náměstí significa Plaza de la Ciudad Vieja y es el centro neurálgico de Praga 1. Difícilmente la encontrarás vacía, pero su encanto y la belleza de sus edificios compensarán el incesante bullicio. Si insistes, tu mejor intento para sacar una foto de la plaza sin el trajín de gente que la frecuenta durante el día es ir antes de que lleguen los más madrugadores y cuando ya no queden trasnochadores. Visita la plaza de madrugada o al amanecer y probablemente la podrás disfrutar solo.
En la plaza encontrarás múltiples edificios de interés, entre otros:
- La torre del antiguo ayuntamiento, parcialmente destruido en los bombardeos de la segunda guerra mundial. Se puede subir a la torre, aunque desde aquí recomendamos otras vistas de la ciudad, gratis, y con menos gente (de las cuales hablaremos más adelante).
- La particular fachada de la iglesia de Nuestra Señora del Týn.
- El famoso reloj astronómico que aglomera a cada hora en punto (de 9 de la mañana a 11 de la noche) a cientos de turistas para presenciar su procesión de los 12 apóstoles. Puede que el espectáculo en sí te resulte un poco decepcionante pero la historia, leyenda y funcionamiento del reloj no te dejará indiferente.
- La estatua de Jan Hus, padre del movimiento husita y precursor de la Reforma Protestante.
- La iglesia de San Nicolás.
La principal plaza de Praga ofrece todo esto y mucho más en medio de un sinfín de visitantes, operadores de tours y artistas callejeros que, si bien pueden hacerte sentir un poco abrumado, son parte del día a día en la plaza.
Tomar algo en tan bonito entorno es tentador, pero sé consciente de que los precios en la plaza y alrededores son considerablemente más elevados que en el resto de la ciudad. Mi recomendación es alejarse un poco del centro para comer y/o tomarse una cerveza. Visita los barrios colindantes e intégrate en el día a día de la Praga más auténtica para descubrir su verdadera identidad.
Václavské Náměstí

Edificio del Museo Nacional en la Plaza de San Wenceslao
Václavské Náměstí, o Plaza de Wenceslao. A estas alturas puede que ya te hayas dado cuenta de que náměstí significa plaza en checo. Esta en concreto es la más grande del país y en ella se desarrollaron importantes hechos históricos que han marcado profundamente la identidad y carácter de los checos. A solo unos minutos andando de la Plaza de la Ciudad Vieja, la Plaza de Wenceslao marca la división entre la Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva, entre Praga 1 y Praga 2.
Entre ambas plazas, piérdete entre las pequeñas callejuelas de Praga. Échale un ojo a los souvenirs del pequeño mercado de la calle Havelská (no es un mal sitio para comprar el típico imán de nevera o alguna bonita postal). Siente la tentación de probar tu primer Trdelnik, ese postre que inunda de un rico olor a canela las calles de Praga pero que realmente tiene su origen en la gastronomía húngara. Busca el teatro en donde Mozart estrenó su famosa ópera Don Giovanni. Tras un paseo que puede durar de minutos a horas, habrás llegado a la Plaza de Wenceslao.
Por mencionar algunos de los principales hechos que tuvieron lugar en la plaza: en ella se leyó la declaración de independencia de Checoslovaquia en 1918, tuvieron lugar grandes manifestaciones nazis, Jan Palách se quemó vivo en 1969 para protestar contra la invasión soviética, fue el centro de la Revolución de Terciopelo y, muy recientemente, de grandes manifestaciones contra el gobierno actual de la República.
Hoy en día la plaza alberga hoteles, restaurantes, cafeterías y tiendas, presidida a lo alto por el bonito edificio del Museo Nacional, que ya vuelve a estar abierto al público tras una larga restauración.
Torre de la Pólvora
Desde la parte baja de la plaza, la calle Na Příkopě une ésta con Náměstí Republiky, la Plaza de la República. Entre ambas, una de las principales calles de tiendas en Praga. A escasos minutos de la Plaza de Wenceslao te encontrarás con la Torre de la Pólvora, una de las antiguas puertas de entrada a la Ciudad Vieja (como en la mayoría de las torres de la ciudad, es posible, previo pago de entrada, subir a ella para disfrutar de las vistas).
Barrio Judío
Cruza la Torre de la Pólvora y piérdete otro rato por las calles de la Ciudad Vieja en dirección al barrio de Josefov, el barrio judío de Praga. Históricamente un barrio en el que la comunidad judía de Praga sufrió muchos años de represión, viéndose obligados a vivir en este ghetto que fue el hogar de miles de personas.
Un buen número de sinagogas y el famoso cementerio judío han sobrevivido al paso del tiempo. Existe un ticket combinado para visitarlo todo pero, si el tiempo es un problema, mi recomendación es centrarse en lo siguiente:
Sinagoga española

Interior de la sinagoga española
La sinagoga con el interior más bonito de todas las del barrio de Josefov (no destacando precisamente por su exterior). Su nombre viene por su decoración morisca, similar a la Alhambra. Se usó durante la segunda guerra mundial como almacén de pertenencias confiscadas a los judíos. Hoy en día acoge una interesante exposición sobre la historia del pueblo judío en ciertas zonas de la República Checa. En su exterior encontrarás una curiosa estatua en honor a Kafka y su obra más famosa.
Sinagoga Pinkas
Mucho más antigua que la española, no destaca tanto por su belleza, si no por albergar, escritos a mano en las paredes de su interior, los nombres de más de 75.000 judíos asesinados por los nazis. Contiene además una muy interesante y emotiva exposición de dibujos hechos por niños del campo de concentración de Terezín (situado a unos 60km al norte de Praga).
El cementerio del barrio de Josefov

Cementerio judío del barrio de Josefov
Si bien no es el único cementerio judío de Praga, sí es el más grande y popular. Con más de 100.000 cuerpos apilados en hasta más de 10 niveles por debajo del suelo, es una visita interesante y sobrecogedora. Entre muchas otras, acoge la tumba del Rabino Loew. Cuando visitéis el cementerio quizás ya conozcáis la famosa leyenda del Rabino Loew y el Golem de Praga. Si no, te la contaremos aquí en otra ocasión.
Alternativas
Si no te apetece pagar la entrada combinada para visitar las sinagogas y el cementerio del barrio judío pero te interesa visitar monumentos de estas características, éstas son algunas alternativas:
- El antiguo cementerio judío de Žižkov, situado a los pies de la torre de televisión (ese edificio tan alto y extraño que se puede ver desde casi toda Praga). El barrio de Žižkov, perteneciente a Praga 3, es además una zona por la cual vale la pena darse un paseo y en la que recomiendo probar bares y restaurantes para disfrutar de la gastronomía checa a precios locales.
- El nuevo cementerio judío de Praga, en donde se encuentra la tumba de Kafka.
- La sinagoga de Jerusalén, no lejos de la plaza de Wenceslao. Si solo quieres visitar una sinagoga, sin tener que pagar la entrada combinada, esta es una buena opción.
Rudolfinum
Muy cerca del cementerio judío se encuentra el edificio del Rudolfinum, a orillas del Río Moldava (Vltava, en checo). Un bonito edificio neorrenacentista que funciona como sala de exposiciones y conciertos, situado en la plaza de Jan Palách.
Siguiendo el río en dirección norte te encontrarás con “Čechův most”, el puente Cech, que tendrás que cruzar (con bonitas vistas al castillo) para subir las escaleras que llevan al Metrónomo de Praga.
Metrónomo y parque de Letná

Vistas desde el parque del Metrónomo
Unas de las mejores vistas de Praga son las que se pueden apreciar desde el Metrónomo, en el parque de Letná. Sin duda un buen lugar para terminar el día y disfrutar del atardecer. En función de la época del año en la que visites la ciudad esta zona estará más o menos animada. En verano, en la parte inferior del metrónomo, se encuentra el bar Stalin. El nombre del bar viene de que, entre 1955 y 1962, donde hoy se encuentra el metrónomo, se encontraba el monumento a Stalin más grande del mundo: una estatua de granito de más de 15 metros de altura. Hoy en día, ya sin ningún monumento al dictador, esta zona congrega cada día a un buen número de personas deseosas de disfrutar de una buena cerveza con magníficas vistas tras un día de trabajo.
Beer garden
Si continúas paseando por el parque, te encontrarás también con el “Beer garden” de Letná. Praga cuenta con numerosos “Beer gardens”, grandes bares al aire libre, generalmente con mesas alargadas, en los que se vende cerveza y comida rápida. Son puntos de encuentro muy comunes para los habitantes de Praga en los calurosos días veraniegos. El de Letná, es uno de los más bonitos y concurridos, ya que ofrece unas vistas espectaculares de la ciudad. De cualquier forma, aunque estés en Praga en los meses más fríos, la subida al Metrónomo es igualmente recomendada. Tendrás mejores vistas, de forma gratuita, que desde cualquier torre de la ciudad.
Puente de Carlos

Vistas del Castillo desde el Puente de Carlos
Si todavía te quedan energías la última parada de este primer día en Praga podría ser el famoso Puente de Carlos. Siendo uno de los puntos más visitados de la ciudad (junto con la plaza de la Ciudad Vieja y el castillo) es difícil cruzar el puente sin la compañía de otros cientos de personas. Por eso mi recomendación es ir bien entrada la noche o poco antes del amanecer. En cualquier caso, la visita al puente y a sus múltiples estatuas es obligada, cruzando desde la ciudad vieja hasta el bonito barrio de Malá Strána.
Lo anterior es un resumen de mis recomendaciones para ver lo básico y esencial del centro de Praga en un día. Pero a Praga no se le hace justicia en un sólo día, así que continuaremos hablando de sus encantos en el próximo artículo, no te lo pierdas.
Día 2 – El Castillo y la Ciudad Nueva
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Día 3 – La otra Praga
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