En mi anterior entrada hablé de un par de palacios, algún parque, pero los jardines, viñedos y los coches los dejé aparte. Hoy os quiero hablar de los jardines, los viñedos, algún palacio más y los coches se lo dejaremos a la prensa especializada. Extiendo mi guia sobre qué ver en Stuttgart y sus alrededores.
Antes de empezar quiero decirte que los puntos que voy a contarte en este artículo ya no están a una distancia que se pueda caminar fácilmente, por lo que hacerte con un billete de un día del transporte público sería la opción más recomendable, sobre cómo funciona el transporte público te lo dejo al final el artículo.
¡Empezamos!
Índice
- 0.0.1 Barrio de las judias (Bohnenviertel)
- 0.0.2 La biblioteca (Stadtbibliothek)
- 0.0.3 Jardines de palacio (Schlossgarten)
- 0.0.4 Wilhema
- 0.0.5 Birkenkopf
- 0.0.6 Palacio Solitude
- 0.0.7 El Mausoleo de Württenberg (Grabkapelle auf den Württenberg)
- 0.0.8 Ludwigsburg
- 0.0.9 Esslingen
- 0.0.10 Fiestas, Festivales y mercados navideños
- 0.0.11 Transporte público.
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Barrio de las judias (Bohnenviertel)

Calles empedradas y calles tranquilas para salir del asfalto y hormigón
Hoy volveremos a la Schlossplatz y nos dirijimos dirección oeste (hacia el palacio) y cruzando la Hauptstatter Straße a mano derecha nos encontramos con este pintoresco barrio que en su día fue el primer barrio fuera de las murallas de la ciudad. Recibió su nombre por los cultivos de judías y legumbres que sus habitantes plantaban para subsistir y ha llegado hasta nuestros días.
Este barrio fue en su momento el barrio judío donde la comunidad hebrea convivía con los vinateros de la ciudad. La guerra lo destruyó por completo y en los años 70 resurgió con sus calles empedradas dando un toque distinto a centro de Stuttgart lleno de asfalto y cemento.
Si tenéis la suerte de estar en último fin de semana de Julio, podréis disfrutar de su festival callejero que llena las calles de luces, música y gente.
La biblioteca (Stadtbibliothek)
Si te gusta la calma y los dibujos de Escher, este es tu edificio. Junto al centro comercial Milaneo se erige un edificio sobrio, casi monilítico. Es la biblioteca de la ciudad, que se puede visitar gratuitamente, siempre que se respete el silencio. Puedes perderte entre sus miles de libros o simplemente asomarte a su patio central.
Jardines de palacio (Schlossgarten)
A la izquierda del palacio nuevo comienzan los jardines del palacio divididos en tres zonas, alta, media y baja, de estilo inglés donde podrás caminar hasta las orillas del Neckar, mientras observas los pavos reales, patos, ardillas y demás habitantes del pulmón verde de Stuttgart. Si te propones llegar hasta el final te advierto que el paseo puede llegar a durar hora y media.

Asomada al estanque la Ópera de Stuttgart
Jardines de palacio altos (Oberer Schlossgarten)
Inmediatamente después del palacio nuevo hay un estanque y a sus orillas tenemos los edificios del Parlamento de Baden-Württenberg, la Ópera de Stuttgart, el teatro de la ciudad. Y mucha gente decide venir aquí a descansar.
Jardines de palacio medios (Mittlerer Schlossgarten)
Atravesando la calle por el puente entramos a la siguiente sección de los jardines, donde hay más prados verdes, las ruinas de un palacio traídos de la ciudad y un Biergarten donde podemos hacer un alto en el camino, pedir una cerveza de un litro y un codillo para reponer fuerzas.
Actualmente esta parte de los jardines están muy afectados por las obras de remodelación de la estación que te mencionaba en el artículo anterior.
Si te gusta la astronomía puede que te merezca la pena asomarte al Planetario Carl-Zeiss.
Jardines de palacion inferiores (Unterer Schlossgarten)
En esta parte final podemos llegar a través de muchos prados y estanques a las orillas del Neckar. Si seguimos a la izquierda tendremos el Rosensteinpark, otro parque que complementa los jardines de palacio donde tenemos en museo de historia natural o el Zoológico Wilhema.
Wilhema

El invernadero que bien podría venir de Granada
Este es el zoo de Stuttgart y el segundo que más visitantes recibe de Alemania, el primero es el de Berlin. Puede parecer una visita sólo para gente que va con niños pequeños, pero la verdad es que los jardines, la colección de orquídeas mantenida con celo desde que se construyeron los primeros edificios que se inspiraban en la Alhambra de Granada, harán las delicias de mayores y pequeños.
Si vienes entre noviembre y principios de enero (navidades), podrás disfrutar de la iluminación especial que montan dándole un toque especial.
Birkenkopf
Desde aquí podemos llegar o bien en autobús, o caminando (una hora). Esta colina nos ofrece por un lado una de las mejores vistas de la ciudad enclavada entre colinas y atravesada por el Neckar.
Por el otro es un recordatorio de la destrucción de la guerra y es que aquí se trajeron los escombros extraídos de las ruinas de la ciudad tras los bombardeos, haciendo que la colina crezca 40 metros.
Palacio Solitude

Un pequeño retiro a las afueras de la ciudad
A otra hora caminando por el bosque desde Birkenkopf (cosa que recomiendo encarecidamente si tienes el tiempo y te gusta la naturaleza), o en autobús, si los paseos por el bosque no son lo tuyo. Llegamos a este palacete de caza que Carl Eugen (el del palacio nuevo) decidió montarse aquí en lo más alto de una colina.
Aparte de las vistas y el edificio en sí, lo que más me cautiva de este lugar son sus jardines , hoy desaparecidos. Pero que en su momento tenían un teatro, un palacete chino, plantaciones de naranjas, limones y hasta piñas y que fueron abandonados tres años después de acabar el edificio, porque el Duque se aburrió.
El palacio se puede visitar de martes a domingo, y en la visita os acompañará un/a guía que os contará o bien en alemán o en inglés la historia del lugar.
Si no os interesa pasar al palacio, siempre podréis disfrutar de las vistas y el maravilloso bosque que hace las delicias de visitantes y locales, sobre todo los días soleados.

El camino entre viñas hasta la capilla y las vistas, bien merecen el paseo
El Mausoleo de Württenberg (Grabkapelle auf den Württenberg)
Siguiendo con los paseos por la naturaleza, si lo que queremos es rodearnos de viñedos en lugar de bosques podemos subir hasta donde el Rey Wilhem I construyó un mausoleo para su esposa Catalina de Rusia.
La capilla se puede visitar desde Abril hasta Noviembre. Si tienes la suerte de estar por aquí en Mayo y te llamas Catalina, tu entrada al mausoleo será gratis!
Ludwigsburg
Esta ciudad vecina al norte merece una visita, aunque sea breve, para admirar su palacio y plaza del mercado.
La mejor forma que tienes de llegar a ella es en S-Bahn, ya que te ahorras los problemas de aparcar el coche y la estación queda cerca de los puntos turísticos.
Si has decidido que te traes el coche, aquí encontrarás donde aparcar sin que sea ni caro ni esté lejos de los puntos de interés.
Residencia ducal (Residenzschloss)

La versión alemana de Versalles
Si el palacio nuevo te gustó, aquí tienes a su hermano mayor. Este palacio salió de la mente del Duque Eberhard Louis, tio de Carl Eugen, que una vez más impresionado por Versalles decidió fundar la ciudad de Ludwigsburg, mudar allí la capital del ducado y hacerse un palacio a partir de un palacete de caza que hasta entonces había allí.
Lamentablemente el Duque Eberhard Louis, murió cuando las obras aún no se había completado y sólo la fachada. Fue el ya famoso Carl Eugen el encargado de completar los interiores del palacio.
Este palacio es el mayor palacio barroco de toda Alemania y además tuvo la suerte de salir completamente ileso de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial.
Como curiosidad os diré que el padre de Carl había devuelto a Stuttgart la capitalidad del ducado. Esto le vino de perlas a su hijo, pues cuando quería se aburría de la capital y su esposa, se iba solo a la residencia de Ludwigsburg, diciéndole a su mujer, que uno de los dos duques tenían que permanecer en la capital y que por eso no le podía acompañar. En definitiva todo un personaje, al que puede que le dediquemos un mini-artículo.
Merece la pena pasar, admirar sus habitaciones en una de sus visitas guiadas, que de nuevo vuelven a ser en alemán, o inglés, aunque hay material de apoyo en castellano.
Jardines del palacio
Si el palacio es impresionante, los jardines no se quedan atrás. Si el sol brilla y hace buena temperatura, un paseo por ellos definitivamente merece la pena.
Dentro vamos a encontrar la torre de Raspunzel, construida sólo porque quedaba bonita y romántica, un pequeño carrusel acuático que hará las delicias de los más pequeños, un jardín de rosas y otro de naranjos, una pequeña exposición de bonsáis que una asociación de voluntarios cuidan y muchas cosas más.
Si tu visita coincide con el otoño podrás ver una exposición/mercado de calabazas cultivadas en la región de todas las formas y colores posibles.
Plaza del Mercado (Marktplatz)
Con una iglesia protestante a un lado y otra católica al otro, rodeada de soportales, es un lugar estupendo para disfrutar de un café, o pasear viendo las tiendas.
Esslingen

Un pueblo que parece que se ha quedado congelado en la Edad Media
Esta ciudad esta justo en el lado opuesto de Stuttgart, al sur y ofrece una visita más medieval que la barroca vecina del norte.
Mi consejo aquí es venir en tren, el casco histórico no es un sitio para conducir y los aparcamientos quedan lo suficientemente lejos de la parte bonita de la ciudad como para que no merezca la pena.
¿Qué podemos ver?
Aquí te invito a pasear despreocupadamente por sus calles empedradas y contemplar sus fachadas envigadas. Admirar el ayuntamiento antiguo, quedarte embobado mirando el canal que la atraviesa desde el “Innerebücke”. Si te sientes con fuerzas puedes subir al castillo medieval que domina la ciudad y donde en verano hacen un cine al aire libre.
Ya que hemos completado nuestro itinerario más cultural por Stuttgart y alrededores, toca divertirse.
Te voy a dejar un par de moentos, que si tienes flexibilidad intentaría hacer coincidir con tu visita a Stuttgart, para que la experiencia sea más completa.
Frühlingsfest y Volksfest

Atracciones de feria, puestos de comida y mucha cerveza!

Si te despistas, diles a tus amigos que te busquen en el bol de frutas 😉
Sur de Alemania y cerveza van casi de la mano. Si el Oktoberfest de Múnich es lo primero que se te viene a la cabeza cuando en tu mente suenan las palabras fiesta y cerveza. Frühlingsfest o Volksfest debería ser lo siguiente que venga a tu mente.
En Baviera se celebra el ya mencionado Oktoberfest y en Stuttgart no se quieren quedar cortos. Por eso desde el último fin de semana de Septiembre hasta el segundo fin de semana de Octubre en el Canstatter Wasen abren sus puertas las carpas de las cervecerías. Allí se ofrece música, comida, diversión y cerveza a sus visitantes. Es el Volksfest, o fiesta del pueblo, y es la segunda fiesta de la cerveza más grande de Alemania después del Oktoberfest.
¿Y el Frühlingsfest? Pues otra fiesta, esta vez al comienzo de la primavera, desde el último fin de semana de Abril hasta el segundo de Mayo. Carpas, cerveza, comida, música típica y cómo no gente ataviada con los trajes típicos conforman el paisaje. Yo pienso que hay que vivirlo al menos una vez en la vida.
Para entrar en las carpas o bien reservas una mesa para 10 u 8 personas, o esperas en la calle hasta que la gente vaya saliendo y puedan dejar pasar a los que esperan.
Si quieres reservar para un fin de semana, necesitas planearlo con meses de antelación, estar pendiente de las webs de reservas y no dejar pasar la oportunidad. En Stuttgart no se llegan a los niveles de dramatismo de Múnich, pero año tras año va siendo más complicado conseguir mesa en fin de semana. Si no te importa y puedes acercarte un día entre diario, no necesitaras tanta anticipación.
Lo mismo ocurre si decides dar un paseo por la feria y se te ocurre intentar entrar en alguna de las carpas. Durante el fin de semana tendrás que contar con largas colas y puede que a pesar de la espera no consigas pasar. En cambio los domingos o días entre semana, no deberías de tener problemas en pasar y tomarte una cerveza a ritmo de Schlager.
Si tu viaje va a ser en diciembre, no puedes perderte los maravillosos mercados de navidad. Allí encontrarás puestos de adornos navideños de todo tipo, comida y el típico vino caliente o Glühwein.
Si te preguntas qué es el Glühwein, al principio puede parecer una marranada hecha de vino con azúcar y especias. Mi consejo es que no lo pienses, lo pruebes y verás que es el complemento perfecto para una visita a un mercado de navidad.
Tanto Stuttgart, como Esslingen y Ludwigsburg ofrecen preciosos mercados navideños, cada uno con un toque especial.
En Stuttgart el mercado de navidad comienza en la Schlossplatz y llega hasta la plaza del mercado. Llenando el centro de la ciudad de color, puestos de madera, olores y gente.
En Ludwigsburg, el mercado de navidad tiene un toque barroco, en honor a su palacio y se coloca en la plaza del mercado.
Y el de Esslingen, es para mí el más especial de todos. Aprovechando la historia y el marco de la ciudad combinan su mercado de navidad con otra especialidad alemana, los mercados medievales. Si tienes la oportunidad de visitarlo te parecerá que has sido transportado a la Edad Media o que estas en una historia de cuento.
Transporte público.
Como os prometí al principio os voy a contar brevemente cómo moveros de forma sencilla por el transporte público de Stuttgart.
Si vais a hacer más de dos viajes al día en transporte merece más la pena sacar un ticket para todo el día a billetes sencillos o bonos de cuatro viajes.
El transporte en Stuttgart esta dividido por zonas con forma de anillos conenctricos. La primera zona engloba la ciudad de Stuttgart. En la segunda zona nos encontramos el aeropuerto, Esslingen o Ludwigsburg.
Por lo que si un día sólo queréis recorrer la ciudad de Stuttgart y sus monumentos con sacar un abono diario o Tagesticket para la zona 1 tendréis pagado el acceso a transporte público.
Si os aventuráis a ir a Ludwigsburg o Esslingen, o venís desde el aeropuerto necesitareis un Tagesticket para la zona 1 y 2.
Y hasta aquí llega mi pequeña guía sobre mis rincones favoritos de Stuttgart, habrá más artículos sobre más ciudades. Stay tuned!